BLOG

Descubre todas las noticias de Tecnigen

SPORT

4 PRáCTICAS DEPORTIVAS PARA HACER ESTAS NAVIDADES

Como todos los años, la Navidad invita a cometer excesos y a un mayor ausentismo en las salas de fitness, polideportivos, etc. También es cierto que estas circunstancias cada vez se dan en menor medida. La población va siendo más consciente de la constancia de realizar actividad física, con el fin de tener un estado de salud óptimo o bien poder rendir al máximo en sus respectivos deportes, ya sean a nivel aficionado o profesional.

Todo el mundo, o por lo menos una gran parte, tiene conocimiento sobre qué alimentos y bebidas nos pueden incrementar el peso en la báscula y desajustar los diferentes parámetros en una analítica rutinaria. El problema es que en la mayoría de los casos estas mismas personas necesitan oírlo o leerlo en diferentes medios (visuales, escritos…) para hacer algo al respecto.

En Navidad no solo estamos expuestos a excesos, sino que estos desajustes repentinos en la alimentación vienen provistos de alimentos ultraprocesados donde el momento y el entorno no nos dejan ver la realidad de dichos excesos. Dependiendo de la adherencia que tengamos con la actividad física y un estilo de vida saludable no debería haber gran diferencia en el peso pasadas estas fiestas, pero tenemos que ser muy conscientes de que “la máxima” de déficit y superávit calórico es innegociable y de una lógica aplastante.

No esperemos “milagros” si nos excedemos y no compensamos para mantenernos en una “línea” normal para pasadas las fiestas seguir con nuestro ritmo habitual sin tener que realizar grandes esfuerzos en dietas ni grandes jornadas en las salas de entrenamiento. Las dietas (y esto, aunque no se debe, es opinión personal) solo deberían formar parte de nuestras vidas de forma puntual. Aprender a tener buenos hábitos es la mayor razón para evitar “condenas y cadenas” durante una gran parte de nuestra vida. El equilibrio existe para con todo y encontrarlo otorga una gran flexibilidad para relajarnos en festivos, vacaciones, eventos puntuales de trabajo como viajes, días de ausencia por enfermedad, etc.

La Navidad es una época del año donde es complicado negarse a todo. No es la mejor de las opciones. La solución está en un sin fin de posibilidades pero claro está que las premisas -me paso- y -no compenso-van a dar como conclusión -más peso. Quien más, quien menos, intentará ir salvando estas situaciones (o se dejará llevar sin mirar atrás), pero lo importante es saber cómo hacerlo. Algunas pautas pueden parecer sencillas, pero hasta que no se aplican no nos daremos cuenta del beneficio que nos han otorgado sin apenas poner esfuerzo.

A nivel comida hay dos opciones; La primera es en nuestro hogar. Es bastante típico poner dulces a partir de una determinada fecha en bandejas independientemente de que aún no sea Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Reyes… Esta es una mala idea porque iremos picando pensando que no pasa nada por una pieza, pero la verdad es que al final del día serán una cuantas. Mejor no comprarlas hasta que “toque” o guardarlas para evitar tentaciones tempranas. Si la tentación está fuera (casa de un familiar, amigo, restaurante) solo nos queda ser conscientes y optar de forma moderada porque a nadie le amarga un dulce, o por el contrario nos dejamos llevar por el momento con lo que esa acción conlleva.

Pensemos en que todo alimento navideño que ingerimos muy probablemente sea un extra a nuestra alimentación diaria. Es decir, no contemos calorías, pero tengamos sentido común. En este caso, mejor por defecto, que por exceso. Es buen momento para declinarnos por verduras (siempre son buena opción) y tener un equilibrio en las comidas principales sabiendo que durante el día podríamos “pecar”.

La segunda es en la actividad física, sea cual sea la que practiquemos. La solución lógica sería pensar en aumentarla “por real decreto”. Lo cierto es que es una variable como otra cualquiera que se tiene en la mesa sin prestar mucha atención a otras que muy probablemente nos ahorren tiempo y nos den mejores resultados. Algunas propuestas como las siguientes pueden ser más acertadas y en algunos casos más motivadoras.

- Intenta centrar el entrenamiento en 45’ para que no sea un “lastre” pensar en jornadas largas sabiendo que tenemos citas con amigos, familiares, etc.

- Entrena grandes masas musculares para aumentar el gasto calórico en menos tiempo - Buen momento para realizar sesiones hit bien programadas y distanciadas en tiempo para una buena recuperación y poder afrontar dichas sesiones con energía y conseguir así su resultado.

- Si combinas los trabajos de fuerza y cardio (concurrente o no) deja “el aeróbico” para la última parte de la sesión. No entramos en esta circunstancia en estudios donde la contracción muscular se puede ver beneficiada o perjudicada (así como el rendimiento en nuestras disciplinas) dependiendo de que entrenemos antes, solo controlar peso durante las Navidades.

- Lo normal es tener más tiempo en estas fechas, así que también es una buena idea salir a trotar, caminar, realizar “cacos” disfrutando de la naturaleza, bici, esquiar… Todo suma a la vez que resta… NO TE OLVIDES DE DISFRUTAR DE LOS TUYOS, HAY TIEMPO PARA TODO

 

 David Navarro

Preparador Físico

David Navarro

Preparador físico especializado en Salud y alto rendimiento en diferentes modalidades deportivas. Imparte formaciones para marcas premium del sector del Fitness.