Los labios están cubiertos por una piel muy delicada, al ser ésta la transición entre la que recubre la cara y la que forma la mucosa del interior de la boca. Aunque es cierto que se regenera hasta cuatro veces antes que la de otras partes del organismo, también hay que señalar que el ser tan delgada favorece que se dañe con mayor facilidad. Por eso, mantener los labios hidratados no puede verse sólo como una cuestión puramente estética.

La importancia de proteger y nutrir los labios

Su revestimiento es mucho más fino que el del resto de la zona facial debido a la ausencia de glándulas sebáceas y sudoríparas, que son las que se encargan de la lubricación e hidratación de los tejidos; de melanina, un pigmento natural responsable de protegernos de los efectos dañinos de la luz ultravioleta proveniente del sol; y de queratina (presente en menor cantidad), que es la proteína que protege y aporta más grosor. Por estos motivos la piel labial es mucho más sensible, tiende a secarse, a agrietarse, podría quemarse con el sol si no se protege adecuadamente, y no debe de ser tratada con las mismas cremas que utilizamos habitualmente en el rostro.

Aunque en nuestro día a día lo normalicemos y no seamos conscientes de ello, los labios tienen funciones muy importantes que van más allá de besar; también son imprescindibles para hablar, silbar, gesticular, comer, beber y respirar, y si no se cuidan pueden afectar tanto a nuestras actividades de la vida diaria como a nuestra salud.

Consejos para el cuidado de tus labios

Contrariamente a lo que se pueda pensar, un gesto tan habitual como mojarse los labios constantemente con la saliva no es una solución a la hidratación de los mismos, y lejos de mejorarla, contribuye a que se sequen y se agrieten más al actuar como agente irritante, sobre todo en los meses de invierno y de verano por las temperaturas extremas.

La sequedad motivada por un ambiente caluroso, debido a los altos grados de las casas al subir excesivamente el termostato de la calefacción, puede provocar la deshidratación de los labios y la consiguiente aparición de heridas que pueden llegar a resultar muy dolorosas.

Sin importar la época del año en que nos encontremos, la nutrición labial es imprescindible para minimizar la sequedad, evitar la aparición de lesiones y mejorar su aspecto. Por ello, seguir unas sencillas pautas, como beber mucha agua (los labios resecos son uno de los signos de deshidratación junto con la sensación de sed), utilizar un aparato humidificador en ambientes muy secos, evitar tomar alimentos salados tipo snacks de bolsa, pipas o frutos secos con sal añadida, irritantes como la piña, el melón, la papaya o los cítricos, aumentar el consumo diario de frutas frescas y vegetales de hoja verde, extremar los cuidados en caso de llevar ortodoncia, lavarse correctamente los dientes antes de dormir para que no queden restos de alimentos que puedan modificar la acidez de la saliva, desmaquillarse, no quitar las pielecillas descamativas que a veces se originan, no fumar, y no usar productos no hipoalergénicos en la zona labial, puede ayudarnos a tener una boca con un aspecto saludable y de textura más jugosa.

Sin embargo, lo verdaderamente efectivo es utilizar los 365 días del año un stick labial reparador para mantener la zona siempre cuidada, elástica y suave, logrando una mejor apariencia de la boca, que quedará más lisa, luminosa y tersa, además de mantenerla protegida de los efectos nocivos de las radiaciones solares, sobre todo durante los meses de verano e invierno cuando las temperaturas son extremas y la piel sufre más, evitando su descamación.

El valor de un buen bálsamo reparador

Una buena composición del bálsamo labial es fundamental, y utilizarlo cada día con frecuencia no solo nos aportará beneficios inmediatos, también lo hará a largo plazo retrasando la aparición de signos del envejecimiento, como las líneas de expresión, las arrugas y el inevitable afinamiento de los labios que conlleva el paso del tiempo.

• El ácido hialurónico hidrata de manera natural, a la par que actúa a modo de humectante atrayendo el agua y la humedad y reteniéndola en la piel de los labios, lo que les confiere un aspecto jugoso a la par que voluminoso, pero siempre conservando su aspecto natural.
• La Vitamina E, al ser un potente antioxidante y muy hidratante, ayuda al cuidado de los labios inhibiendo la formación de radicales libres y evitando las consecuencias de su envejecimiento prematuro, lo que contribuye a mejorar su apariencia a la vez que los protege de las agresiones externas. Su efecto vitamínico también elimina las estrías y rugosidades, y potencia la elasticidad dejando una piel lisa y brillante. Por otro lado, su uso regular previene la erupción del herpes labial y alivia el escozor que éste provoca cuando aparece gracias a su acción calmante, reparadora y protectora.

Estar expuestos al sol de manera permanente en la zona de la cara nos obliga a tener que aplicarnos con frecuencia un protector solar si queremos que los efectos nocivos derivados de las radiaciones no nos afecten pero, como ya sabemos, la piel de los labios no es similar a la del resto del rostro si no que es más delicada por lo que, con mayor razón, necesitará una protección específica que esté incorporada en el bálsamo labial para poder asegurarnos estar a salvo de los rayos UVB. Al incorporar un SPF 15+ y poder reaplicarlo cómodamente durante todo el día y en cualquier época del año, tenemos la solución en un mismo producto que no sólo es imprescindible en verano, ya que durante el invierno los rayos solares también pueden ser dañinos, sobre todo si practicamos deportes en la montaña, como el esquí.

Conclusión

El uso frecuente de un bálsamo reparador, tantas veces como uno considere, no solo no tiene efectos negativos para la salud, al contrario, por su elaboración específica favorece la hidratación prolongada de los labios suavizándolos y manteniéndolos elásticos, sobre todo en épocas de frío y de calor, pero también el resto de los meses gracias a su efecto protector ante la sequedad, el sol y la acción de otros factores ambientales, como el viento y los cambios muy bruscos de temperatura.

En el caso de tener ya los labios secos y dañados, su uso continuado y reiterado mejora su apariencia al tiempo que los repara, por lo que es un complemento imprescindible tanto en labios sanos como en aquéllos con grietas, descamación, durezas y sequedad.