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Necesario para el funcionamiento correcto del organismo, la palabra “colesterol” abarca todos los tipos de grasas que tenemos en el cuerpo y, en su justa medida, es esencial para que podamos funcionar correctamente y no enfermemos. Sin embargo, unos valores excesivos pueden poner seriamente en peligro nuestra salud, por eso hay que cuidarse.
Gran parte de la grasa que circula por la sangre es elaborada a partir del hígado, pero hay otra menor que se obtiene a través de los alimentos, y que debemos controlar para mantener unos niveles normalizados. Para ello:
Un peso elevado, incluso si los kilos de más no son excesivos, es un factor de riesgo para tener el colesterol alto. Lo más importante es evitar la acumulación de grasa en la zona de la tripa. Para que te hagas una idea, el perímetro abdominal en la mujer no debería de ser superior a 88 cm, y como máximo de 102 cm en el hombre para estar fuera del rango “peligroso” para desarrollar una enfermedad cardiovascular.
Por ello, aunque las calorías de más hay que controlarlas, el ejercicio físico va a convertirse en un buen aliado para mantener la báscula a raya. No es necesario convertirse en un profesional, realizar deporte de forma regular, al menos durante 30-45 minutos al día, 5 días a la semana, es un objetivo a alcanzar. Sin embargo, si el ejercicio no es tu fuerte, puedes incorporarlo a tu rutina diaria de manera progresiva. Ten en cuenta que todo suma: subir por las escaleras, bajarse una parada antes del autobús y finalizar el camino andando, minimizar los desplazamientos en coche, y hasta deambular mientras se habla por teléfono en lugar de hacerlo sentado, cuenta. Elige la actividad que más se adapte a tus gustos y condición física, lo importante es no llevar una vida sedentaria.
En muchas personas, basta con cambiar el estilo de vida para lograr resultados, pero no siempre es así, a veces la edad, la genética o el historial familiar pueden jugarnos una mala pasada y reflejar unos valores altos en la analítica a pesar de todos nuestros esfuerzos.
En ese caso será necesario consultar con nuestro médico o farmacéutico para que nos indique como debemos actuar.
Blanca Rodríguez Ayala
Licenciada en Medicina. Magíster en Valoración del Daño Corporal.